Nuevas etapas, otras metas, distintas situaciones… todo ésto hace que las cosas cambien aún sin querer que sea del todo así.
La FemDom se encuentra en un momento un tanto peculiar, tanto por las numerosas practicantes que hoy existen (sin entrar en valoraciones), como por la sociedad en sí, renovada, más abierta, en busca de nuevas experiencias y menos conformista. Además, el BDSM, en general, está tomando un rumbo de actualización hacia la frialdad, pérdida de valores y de su esencia.
Posiblemente quiera defender lo indefendible pero me niego a dar por sentado que el camino que se dibuja es el correcto.
Yo, Domina Ishtar, soy impulsora de la normalización de la FemDom, pero no hasta el punto de dejar que esa imagen de «cualquiera puede con un látigo…» sea lo que abandere nuestro mundo. Normalización no es degradación.
Esta web es una aguja en un pajar pero si el pajar se quema encontraremos esa aguja. Símil perfecto que describe lo mucho que hay y lo importante que es ir quemando paja y buscar lo incombustible para que ello nos ayude a empezar o seguir un camino lleno de experiencias verdaderas, renovadas desde la esencia pura y con valores inquebrantables.